Como ya todos sabéis me estoy refiriendo a Doña Elena, quien tras dos años desde que se iniciase el cese temporal de su relación con D. Jaime de Marichalar, ha decidido poner punto y final a su matrimonio.

A partir de ahora debo seguir cuidando de esa llama encendida en su corazón y mantener la relación.
Por otro lado todo son ventajas ya que a partir de ahora ella no tendrá que esconderse más de los paparazzis y podré decirle públicamente, si me apetece, lo guapa que está.
En cualquier caso ya os adelanto que debido a que como ya sabéis no soy monárquico, ni de derechas, continuaré trabajando para que no se diga que soy un chupón más, y que Marc cuidará de ella por las tardes hasta que vuelva a casa... Si algún día nos queréis echar una mano ya sabéis dónde estamos.
Y es que el amor es ciego, pero los vecinos NOOOO!
Por cierto día complicado con el susodicho tipejo que habita en la habitación del fondo, que me ha tentado a utilizar la técnica descrita en el vídeo adjunto (y no dejéis de ver los titulares de las notícias al pie de pantalla).
No hay comentarios:
Publicar un comentario