Deporte y valores

La semana pasada volví a correr la Cursa de Bombers gracias a que Nike reconoció su craso error de prescindir de un atleta de mi nivel el año anterior y volvió a contratarme para subir el nivel de la competición y utilizar mi imagen como reclamo.

Como siempre la élite esperábamos el pistoletazo de salida mientras estaba preparado un grupo de música en directo... cuando a la hora de la salida empezó a sonar el mítico



Como ya sabéis soy un gran fan de la buena música, así que allí me quedé disfrutando del temazo y luego de un Highway to hell. Hasta el minuto 10 cuando ya hacía dos minutos que se había ido todo el mundo, y se podía correr sin agobios, no comencé aunque debo confesar que luego, como a Fernando Alonso le ocurre a veces, me perjudicó el tráfico.

La verdad es que lógicamente no pude llegar el primero ya que salí de los últimos, pero mi tiempo se quedó justo detrás de los 10 primeros que llegaron, entre los cuales para mi sorpresa no había ningún atleta imputado por doping.

No sé por qué pero me imaginaba que eran hasta capaces de llevar a estos sujetos a estas cursas como reclamo para la participación. Tal vez bajo la excusa de promocionar unas nuevas pociones mágicas que incrementan espectacularmente el rendimiento de los atletas, formuladas por D. Eufemiano y fabricadas en China.

Afortunadamente, parece que aún reina algo de cordura en el deporte. ¿Será que los políticos no practican deporte y no ven las similitudes??? Tal vez si volviese el gran Ansar que hacía footing...