El fenómeno

Hubo un tiempo en que todos los jugadores de futbol eran mayores que uno, y en la ingeniudad infantil nos imaginábamos en esa misma situación cuando alcanzásemos su edad. El caso es que ahora, que ya hemos superado la edad de nuestros ídolos actuales, hemos podido constatar que nos hemos quedado a la puertas de alcanzar su nivel.

Y es que el tiempo pasa para todos y en el día de ayer Ronaldo Luis Nazario da Silva, alias El fenómeno, anunció su retirada cansado de sujetarse las medias de compresión con las espinilleras. Debe ser uno de los pocos casos que se conocen de un deportista de élite aquejado de hipotiroidismo.

Hasta la fecha siempre que una chica decía que tenía mal las tiroides la miraba de arriba a abajo y pensaba... Ya, a tí lo que te gusta es jalar. Sin embargo parece que el hipotiroidismo de Ronaldo era muy importante habiendo llegado a recurrir a soluciones extremas (tomar laxantes y tener que jugar con la selección de Brasil con pañales, utilizar medias de compresión...).

La verdad es que si realmente ha tenido que pasar por todo eso creo que debe haber sido de todo menos fácil, pero teniendo la vida solucionada tampoco nadie le estaba obligando y menos desde hace una serie de años que dejó la élite del futbol. Me pregunto si al resto de los humanos también nos será tan difícil decidir si debemos retirarnos.

Tampoco entiendo que no se hubiese explicado antes el problema para así también defenderse sobre su exceso de peso y mostrar las medidas que se estaban tomando (si es que eran las adecuadas...).

Por mi parte decir que además de los múltiples golazos que quedan en el recuerdo, llenos de potencia y precisión, el otro hecho por el que le voy a recordar es por aquel horrible peinado de Samurai que lució en el mundial de Korea-Japón del 2002. Dios mío espero que despidiera a su asesor de imagen.

Ahora sólo falta responder a la pregunta: ¿cuánto tiempo tardará en alcanzar el peso de Maradona?



Por cierto que alguien edite un vídeo de sus mejores goles con una música decente por favor.